En la madrugada del tres de febrero de 2012 mi madre marchó para siempre.
La tristeza está en mí.
Entre las dos y las tres.
El funeral se celebro el 4 a las 10 de la mañana.
El frío era la nota del día.
El 2 mamá dormía.
Se fue apagando.
Hubiera podido volver.
Entendí qué es la 'bella durmiente'. A partir de ahora miraré ese mito desde esa experiencia.
A ella le gustó escuchar el proceso de mi primera novela. Una fantasía que creció gracias a su participación.
Hoy mi corazón está roto.
Era mi tesoro. Mi amor.
¡Descanse en paz!
He pensado tanto en ella que no sé concretar en palabras las ideas que se amontonan en mi mente.
A su lado, durante casi dos meses de hospitalización, he podido entender su partida.
Por una parte me alegra que se haya liberado del traje gastado de la vida, por otra, el vacío que ha dejado en nosotros es inmenso.
Papá es la parte más frágil. Mi atención se vuelca en él.
A ella la hemos acompañado en este final de viaje. Ahora toca hacer lo mismo con él.
Quien se queda debe hacer frente a esa inmensa soledad, y él es un anciano falto de recursos para hacer frente a su ausencia.
Nos necesita para que iluminemos el espacio que le rodea.
Lo siento Ana, no sabes como lamento enterarme así, me hubiera gustado poder acompañarte en esos momentos aunque fuera telefonicamente.
ResponEliminaSe que lo estas pasando mal amiga, son momentos muy duros.
Un abrazo enorme siempre estare aquí si me necesitas.
¡Gracias!
ResponEliminaCuando la ola te arrastra enmudeces.
Éste es mi primer aliento tras su marcha.
Pensé en enviarte un mensaje, pero mis pasos no me acompañaban.
Abrí este perfil y empecé a soltar lastre.
Sé que tus palabras hubieran llegado a través de las ondas y me habrías consolado. El saberlo me ha servido de mucho.
Cuento con encontrar tu mirada y consuelo, amiga.
Todas mis energías están orientadas a amparar a mi padre.
Mamá me dijo que se habían querido mucho, repitiendo ese mensaje dirigido a mí. Ese fue su mensaje pocas horas antes de entrar en el sueño que la llevó al otro lado de la vida.
Me regaló el origen de mi presencia en la vida en un acto de amor total.
Mi padre ahora está a nuestro cuidado. Él no quiere irse de casa. No sé cómo lo articularemos, pero quiero responder a sus deseos.
La vida es lo que el amor concita.
Un abrazo, amiga
Querida Clea, se que es difícil, a mi me pasó. Para colmo mientras estaba enferma le ocultamos el accidente de mi hermano, el menor de la familia, que también se fue.
ResponEliminaDebes superarlo, tienes apoyo en esa desgracia, te comprendemos, te queremos.
roberto
¡Gracias!
ResponEliminaNos queda papá.
He estado estos días con él.
En mi regreso he mirado un mundo nuevo ante mí.
Construimos desde nuestro interior.
Tengo la sensación de volver de un largo viaje.
Esta vez, sin retorno.