divendres, 23 de novembre del 2012
¡Votaré!
Hay vasallajes que rompen alas.
Me circunscribo a la necesidad de autodeterminación.
Contar con las dinámicas personales dentro de una comunidad que se amplía hasta la globalidad.
Un independentismo con tintes mercantilistas no se ajusta a esa necesidad de bienestar social.
Un federalismo que se desajusta en el expolio mercantil, tampoco.
Aún desojo la margarita y un día pienso en unos y otro en otros.
Ayer, en uno de mis contactos, escuché un nuevo argumento. En él se señala que hay dos trispartitos, El de derechas y el de izquierdas.
Se ha focalizado la campaña en la posibilidad de independencia.
Había sed y se ofreció beber.
El asunto es que hay líquidos que no son potables.
¡Votaré!
A uno de esos partidos que anteponga las personas sobre las cosas.
dilluns, 26 de març del 2012
Susi
Susi, no me das tu voz para seguir.
Ya sé que soy yo quien te trajo, pero no puedo hacer trampa.
Mientras no surjas de mis entrañas, no sabré a que atenerme contigo.
No puedo cerrar el ciclo.
No sé si escuchas mis latidos.
Paso por el camino del duelo, deshilando y ovillando.
Sueños recrean su presencia perdida.
Es posible que deba vivirlo en ellos.
Tú sabrías.
Pasaste por esa pérdidas.
Así evolucionaste en esa novela que por estar en futuro no puedo cerrar.
¿Quién me mandaría a mí meterme en ese berenjenal?
Longeva te haces.
Tanto que no sé en que momento terminarás tu transitar en estos bucles de lo imaginado.
A través de ti vivo y veo lo que en otro tiempo ni intuí.
Se van.
Es así.
Y queda esperar.
Tú enunciaste, en ese tiempo narrado, esa verdad.
Esperar a que el ciclo cierre y nos lleve a un no espacio y no tiempo en el que no hay identidad.
Que todo es mentira, me dejó mi mamá esa verdad.
Nos inventamos cada uno de los tiempos en que estamos en esta no realidad.
Seguimos guiones marcados y apuntalados por circunstancias de las que somos artífices no individuales, sino colectivos.
Pertenencia es nuestro sino.
Hay fuerzas que quieren forzar un sólo constructo de realidad.
Hay es dado luchar y no dejarse homogeneizar.
Ya sé que soy yo quien te trajo, pero no puedo hacer trampa.
Mientras no surjas de mis entrañas, no sabré a que atenerme contigo.
No puedo cerrar el ciclo.
No sé si escuchas mis latidos.
Paso por el camino del duelo, deshilando y ovillando.
Sueños recrean su presencia perdida.
Es posible que deba vivirlo en ellos.
Tú sabrías.
Pasaste por esa pérdidas.
Así evolucionaste en esa novela que por estar en futuro no puedo cerrar.
¿Quién me mandaría a mí meterme en ese berenjenal?
Longeva te haces.
Tanto que no sé en que momento terminarás tu transitar en estos bucles de lo imaginado.
A través de ti vivo y veo lo que en otro tiempo ni intuí.
Se van.
Es así.
Y queda esperar.
Tú enunciaste, en ese tiempo narrado, esa verdad.
Esperar a que el ciclo cierre y nos lleve a un no espacio y no tiempo en el que no hay identidad.
Que todo es mentira, me dejó mi mamá esa verdad.
Nos inventamos cada uno de los tiempos en que estamos en esta no realidad.
Seguimos guiones marcados y apuntalados por circunstancias de las que somos artífices no individuales, sino colectivos.
Pertenencia es nuestro sino.
Hay fuerzas que quieren forzar un sólo constructo de realidad.
Hay es dado luchar y no dejarse homogeneizar.
dimarts, 20 de març del 2012
dimarts, 7 de febrer del 2012
En mi propia piel
En la madrugada del tres de febrero de 2012 mi madre marchó para siempre.
La tristeza está en mí.
Entre las dos y las tres.
El funeral se celebro el 4 a las 10 de la mañana.
El frío era la nota del día.
El 2 mamá dormía.
Se fue apagando.
Hubiera podido volver.
Entendí qué es la 'bella durmiente'. A partir de ahora miraré ese mito desde esa experiencia.
A ella le gustó escuchar el proceso de mi primera novela. Una fantasía que creció gracias a su participación.
Hoy mi corazón está roto.
Era mi tesoro. Mi amor.
¡Descanse en paz!
He pensado tanto en ella que no sé concretar en palabras las ideas que se amontonan en mi mente.
A su lado, durante casi dos meses de hospitalización, he podido entender su partida.
Por una parte me alegra que se haya liberado del traje gastado de la vida, por otra, el vacío que ha dejado en nosotros es inmenso.
Papá es la parte más frágil. Mi atención se vuelca en él.
A ella la hemos acompañado en este final de viaje. Ahora toca hacer lo mismo con él.
Quien se queda debe hacer frente a esa inmensa soledad, y él es un anciano falto de recursos para hacer frente a su ausencia.
Nos necesita para que iluminemos el espacio que le rodea.
La tristeza está en mí.
Entre las dos y las tres.
El funeral se celebro el 4 a las 10 de la mañana.
El frío era la nota del día.
El 2 mamá dormía.
Se fue apagando.
Hubiera podido volver.
Entendí qué es la 'bella durmiente'. A partir de ahora miraré ese mito desde esa experiencia.
A ella le gustó escuchar el proceso de mi primera novela. Una fantasía que creció gracias a su participación.
Hoy mi corazón está roto.
Era mi tesoro. Mi amor.
¡Descanse en paz!
He pensado tanto en ella que no sé concretar en palabras las ideas que se amontonan en mi mente.
A su lado, durante casi dos meses de hospitalización, he podido entender su partida.
Por una parte me alegra que se haya liberado del traje gastado de la vida, por otra, el vacío que ha dejado en nosotros es inmenso.
Papá es la parte más frágil. Mi atención se vuelca en él.
A ella la hemos acompañado en este final de viaje. Ahora toca hacer lo mismo con él.
Quien se queda debe hacer frente a esa inmensa soledad, y él es un anciano falto de recursos para hacer frente a su ausencia.
Nos necesita para que iluminemos el espacio que le rodea.
dimarts, 10 de gener del 2012
Te he inventado, pero estás frente a mí.
He pasado días al lado de mi madre.
Espero que salga de ésta, pero temo que estemos ante su final de viaje.
El desapego que pretendo en mí es algo que me va a costar.
Asumir un momento en que pensarla sea desde esa estancia de ausencia es algo que todavía no puedo calibrar.
Llevo años en este duelo, por eso mismo, por ser un periodo largo, me he acostumbrado a su continuidad.
He pasado por muchos estados del alma.
A veces pienso que estoy en el engaño buscado.
No está y mi vida sigue en pie.
Eso es falso.
Ella está allí y puedo alargar mi mano cuando regrese a su lado para acariciar sus cabellos y tocar su frente.
Entregarme a su regazo desde la niña que fui.
Su niña.
Esperanzas vienen de su lado.
Si mejora y vuelve a casa.
Si dentro de unos días me acerco y está.
No puedo imaginar otra cosa.
Ya se sabe que la vida tiene su término.
Lo difícil es asumirlo.
¿Preparé contigo ese momento?
Te traje a mí, estando ella cerca.
Las primeras páginas que escribí, se las leí.
Como advertí que le cansaba escucharlas en lectura, seguí explicándole lo que se me iba ocurriendo.
Añoré ese otro verano en que escribí y leí cada uno de los pasos de mi primera novela.
Entonces conseguí lo inesperado. Que ella siguiera sus vericuetos.
Con CABE ESPERAR me quedé a solas.
Después encontré esta vía de contacto contigo, querida Susi.
Busco tu consuelo.
Tú vives en el desapego de los que se te fueron.
Ese "cabe esperar" fue la fórmula con que dejaste pausa al reencuentro.
Tú crees en ello. Yo no.
Pienso que no hay una identidad de quienes somos en ese otro lado.
Es posible que pasemos a formar parte del todo. Nuestra materia y energía se unen a cada instante. Formamos parte de ese todo en forma diferenciada que nunca más se dará.
Somos cambio y proceso.
Nos queremos en la vida.
A veces me mezo en los brazos de la noedad.
Espero que salga de ésta, pero temo que estemos ante su final de viaje.
El desapego que pretendo en mí es algo que me va a costar.
Asumir un momento en que pensarla sea desde esa estancia de ausencia es algo que todavía no puedo calibrar.
Llevo años en este duelo, por eso mismo, por ser un periodo largo, me he acostumbrado a su continuidad.
He pasado por muchos estados del alma.
A veces pienso que estoy en el engaño buscado.
No está y mi vida sigue en pie.
Eso es falso.
Ella está allí y puedo alargar mi mano cuando regrese a su lado para acariciar sus cabellos y tocar su frente.
Entregarme a su regazo desde la niña que fui.
Su niña.
Esperanzas vienen de su lado.
Si mejora y vuelve a casa.
Si dentro de unos días me acerco y está.
No puedo imaginar otra cosa.
Ya se sabe que la vida tiene su término.
Lo difícil es asumirlo.
¿Preparé contigo ese momento?
Te traje a mí, estando ella cerca.
Las primeras páginas que escribí, se las leí.
Como advertí que le cansaba escucharlas en lectura, seguí explicándole lo que se me iba ocurriendo.
Añoré ese otro verano en que escribí y leí cada uno de los pasos de mi primera novela.
Entonces conseguí lo inesperado. Que ella siguiera sus vericuetos.
Con CABE ESPERAR me quedé a solas.
Después encontré esta vía de contacto contigo, querida Susi.
Busco tu consuelo.
Tú vives en el desapego de los que se te fueron.
Ese "cabe esperar" fue la fórmula con que dejaste pausa al reencuentro.
Tú crees en ello. Yo no.
Pienso que no hay una identidad de quienes somos en ese otro lado.
Es posible que pasemos a formar parte del todo. Nuestra materia y energía se unen a cada instante. Formamos parte de ese todo en forma diferenciada que nunca más se dará.
Somos cambio y proceso.
Nos queremos en la vida.
A veces me mezo en los brazos de la noedad.
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